Pese al veto en la Eurocámara de admitir las lenguas cooficiales de sus estados miembro
Aceptar el catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales en la Unión Europea es una misión en la que España ha participado en varias ocasiones. El mes pasado, el Gobierno solicitó a la UE, otra vez, que esto fuera posible. Una demanda que suscitó ciertas críticas del grupo debido al trámite administrativo que necesita.
En la Unión Europea la propuesta choca con la mayoría de países que han dejado claro que tienen demasiadas dudas sobre el impacto legal y económico de la medida como para tomar una decisión.
Aun así, esto hace que el euskera sea cada vez una lengua con mayor presencia ya que este debate para reconocer el euskera a nivel europeo llegó justo después de que el congreso de los diputados permitiera hablar por primera vez en las lenguas cooficiales del estado.
Presupuesto poco favorable
Hay que tener en cuenta que el proceso de aceptación de dichas lenguas es complicado por el hecho de que supondría una carga aún mayor en el presupuesto de la UE dedicado a traducción y operaciones multilingües.
La Moncloa ha hecho todo lo que ha estado en su mano, incluso ha prometido al resto de los socios que se haría cargo del coste financiero que generara la aprobación de la modificación del reglamento que establece las lenguas de la Unión Europea y que se traduciría en que habría que modificar los tratados de las últimas seis décadas y la contratación de intérpretes.
Pero, más allá de la cuestión financiera de fondo, está la cuestión más política. El reconocimiento de esas lenguas puede provocar un efecto dominó. Otras delegaciones recuerdan que hay muchas lenguas minoritarias en la Unión Europea y abrir esta puerta podría generar un precedente conflictivo.
No en vano, esta petición refleja que el euskera es cada vez más reconocido a nivel europeo. Cabe destacar que hoy en día el euskera tiene más hablantes activos (900.000 aproximadamente), que el maltés o el gaélico, lenguas oficiales en la UE.
No es el primer intento
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero pidió en 2004 que se reconocieran como oficiales el catalán, el euskera, el gallego y el valenciano e Intentó convencer a sus socios europeos de la misma manera que Pedro Sánchez: haciendo que España asuma el coste económico de introducir estas lenguas entre las oficiales de la Unión Europea.
El resto de países establecieron que para hacerlo habría que aprobar una enmienda al artículo 55 del Tratado de la Unión Europea, el que establece las lenguas oficiales. Ante tantos obstáculos, se canceló el trámite y se admitió únicamente el uso de estas lenguas cooficiales en las instituciones comunitarias, pero no se aceptó como oficiales.
Destreza lingüística
Ahora mismo la UE tiene 24 lenguas oficiales, establecidas en el artículo 55.1 del Tratado de la UE (TUE) : alemán, búlgaro, checo, croata, danés, eslovaco, esloveno, español, estonio, finés, francés, griego, húngaro, inglés, irlandés, italiano, letón, lituano, maltés, neerlandés, polaco, portugués, rumano y sueco.
Europa es rica en lenguas —existen más de 200— y hay muchas más habladas por ciudadanos y ciudadanas cuya familia proviene de ostros continentes. Es necesaria la concienciación pública en lo referente a la riqueza de la diversidad lingüística en Europa y la necesidad de ampliar la variedad de lenguas que se aprenden.
Por todo ello, teniendo en cuenta el aumento de la presencia del euskera en niveles europeos y la consideración que llegará a tener, desde Mikelats Euskaltegia también queremos que el euskera forme parte de tu día a día y ofrecemos una preparación profesional y apoyo en tus futuras competencias con la lengua. Para obtener más información, no dudes en contactarnos llamando al 94 415 32 95 o escribiendo a mikelats@izar.net.